MAN trae al mercado una versión eléctrica de su TGE. Aunque la presentación oficial de esta eTGE será en el Salón de Vehículos Industriales de Frankfurt (del 20 al 27 de septiembre de 2018), la producción ha empezado ya este mismo mes. Nosotros ya nos hemos puesto al volante.
Se fabrica en la planta de Wrzesnia (Polonia), y cuando llegue al mercado solo contará, de entrada, con caja cerrada. Los potenciales clientes la pueden pedir ya por un precio que ronda los 70.000 euros. La seguirán más tarde otras versiones. Por el momento, el techo elevado logra un espacio de carga de 11 metros cúbicos. La capacidad de carga dependerá de que la eTGE se homologue como 3,5 o 4,25 toneladas. La homologación más alta conlleva una capacidad de 1,75 toneladas.
Los motores de combustión se sustituyen por uno eléctrico, cuya potencia, según MAN, es de 100 kW (136 CV). El par motor máximo es de 290 Nm. La fuerza se traslada al eje delantero a través de una transmisión de una relación. En condiciones ideales, la autonomía debería alcanzar unos 160 kilómetros aproximadamente. Deberían dar de sobra, si se tiene en cuenta que la mayoría de estos vehículos están destinados a ciudad y no suelen recorrer más de 100 diarios.
Con un rendimiento de 7,2 kW, la batería, ubicada bajo un suelo de carga elevado, debería poder cargarse en una toma de corriente en cinco horas y media. En una estación de carga rápida, serían 45 minutos para llegar al 80%. Para ser una furgoneta de carga, lo cierto es que la eTGE dispone de un equipamiento muy nutrido: climatizador automático, calefacción en los asientos y faros de LED son de serie. Tampoco escatima en sistemas de asistencia: un sistema de reconocimiento del entorno, una cámara trasera y un asistente a la frenada pertenecen también al equipamiento básico.
Así se conduce
Por dentro es casi igual que la TGE normal de combustión. Pero en la instrumentación, en vez del cuenta vueltas, va ahora ubicado un indicador de potencia, que indica en cada momento cuánta hay disponible. El clásico indicador de consumo se sustituye ahora por el estado de carga de la batería. La pantalla configurable en el medio muestra la autonomía.
En cuanto deslizo la palanca del cambio a la posición D, puedo empezar a rodar. Me sorprende que el pedal del acelerador requiere que pise con cierta fuerza, para poner a esta furgoneta en movimiento. Pero en cuanto rueda, acelera con brío hasta su velocidad máxima de 90 km/h. Como es un vehículo planteado para ciudad, deberían bastar. Me basta elevar el pie derecho para que la TGE eléctrica frene suavemente a través de la recuperación.
Sin duda, para ser un vehículo de carga, gracias a su suavidad de marcha, su interior equipado y el ajuste confortable de su chasis, es una furgoneta realmente cómoda para el duro día a día de un transportista.